Bombenería Pons , Pasteleria Blanc (Villanova i la Geltrú) o Món Viêt son varios de los lugares donde se tienen la posibilidad de obtener estas monas de pascua. La mayor parte de panaderías proponen este producto habitual, pero también se pueden encontrar en ciertos restaurentes. Se puede hallar en Nas Coca , La Cuina de Fernando (Castellón) o La Coca Boba . El día de la mona, continúa siendo en toda Cataluña un día de comida campestre, y que mucho pese a los tiempos modernos y de cambios persigue inalterablemente. En las comarcas de Lleida, sus gentes y prácticas, a través del paso del tiempo, han aportado a su tradición un conjunto de valores sociales y tradiciones que son irrenunciables. Forman parte de su tarannà como pueblo puesto en compromiso con su pasado y presente, y proyectado hacia el futuro.
Es la estrella gastronómica y al tiempo, una comida propia de Semana Santa. Por su disponibilidad en buena parte de España y por la tradición de no comer carne los viernes de cuaresma, el bacalao se encuentra dentro de las estrellas gastronómicas de estas fiestas. Les proponemos esta receta de Ajorriero, pero asimismo son muy habituales los buñuelos de bacalao.
Buñuelos De Bacalao
Fuera de los dulces, Cantabria es una zona que premia bastante las tempuras de verduras y el potaje de vigilia. Dentro de la típica tradición de tomar pescado, en el caso de los cántabros eligen por los buñuelos de bacalao, muy típicos de la zona. Unos de los mucho más conocidos son los del lugar de comidas Cañadío, en Santander. Se los conoce como ‘viudas’ por la sepa de carne, y se desarrollan como unas patatas a la riojana normales. Los elementos precisos son 1 kilo de patatas, medio pimiento y media cebolla, 2 dientes de ajo, pimentón, aceite, sal y una hoja de laurel. El potaje de garbanzos, también popular como potaje de vigilia, es servido tradicionalmente los viernes de cuaresma en España.
Habituales en Galicia, son una suerte de crepes que se comen en especial en Semana Santa y Carnaval. Para hacerlas necesitas huevos, harina, leche, mantequilla y sal. Dulce propio de Semana Santa, que asimismo se come en Navidad, singularmente en Extremadura y algunas partes de Andalucía. Hablamos de un postre a base de harina, frito en abundante aceite y pasado por miel.
Tradiciones Gastronómicas En La Mesa De Semana Santa De Lleida
Muy afines son los pestiños, más allá de que son algo mucho más baratos y, por este motivo, más populares. Su origen es musulmán y, como las flores, asimismo se cocinan bañando la harina rubia en abundante aceite muy ardiente. El toque final se lo da, nuevamente, la miel, pero en esta ocasión no hacen falta huevos, con lo que es una receta algo mucho más sencilla. EL ESPAÑOL ha compendiado algunos de los platos propios de cada Red social Autónoma y, también, ha elaborado una lista donde expone los lugares donde puedes evaluarlos.
Y si después de comerlo te queda algo de espacio en el estómago para un postre, vas a poder saborear los “pestiños”, dulces de origen andaluz que hoy son comunes en la Semana Santa barcelonesa. Estas tradiciones de cocina tienen una explicación histórica y religiosa. Durante el Jueves y Viernes Santurrón, las familias católicas eligen cocinar platos de verduras y pescado para sustituir el consumo de carne, siguiendo las sugerencias de la Biblia. Según la religión católica, la carne roja representa el cuerpo de Cristo en la cruz. Por esta razón, los creyentes evitan platos que contengan cualquier género de carne durante estos días. Es una pieza de bollería típica sobre todo en Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha y otras regiones de España.
La gastronomía clásico nos obsequia platos atemporales muy humildes pero formidablemente sabrosos y reconfortantes, como la habitual porrusalda, propia de la cocina vasca y el día de hoy popularizada a muchas otras zonas de España. Literalmente es un “caldo de puerros” que suele llevar patata y que, según la región o práctica, puede integrar también bacalao y otras verduras, lo que convierte al plato en otro sospechoso habitual de la Semana Santa. La llegada de los días de cuaresma son homónimo de penitencia y de abstención.
El potaje es ese plato habitual que recuerdan todas y cada una de las generaciones. Entre los sitios donde se tienen la posibilidad de comprar y probar estos dulces habituales andaluces es en el convento de Santa María de Jesús, de la calle Águilas de Sevilla. Si andas por la capital nazarí de Granada, asimismo puedes acudir a la pastelería El Sol. Y si estás en la costa que recibe el mismo nombre que el negocio previamente mencionado, no olvides pasar por La Canasta de Málaga. La mona estaba hecha de harina, azúcar y gominolas, a las que se les aplicaba un número igual de huevos a la edad del niño a la que debía ir destinado. Se comenzaba cuando éste cumplía un par de años y se terminaba en el momento en que hacía la Primera Comunión , en general a los 12.
– Patatas A La Relevancia
La torrija es el plato típico de la Semana Santa en varios sitios de España. Pero, en el Sur, cobra todo el sentido del mundo comerse una torrija para merendar mientras ves cualquier paso de secreto o de palio ingresar por Campana en Sevilla o por Cristina en Jerez, por ejemplo. Tiene por nombre de este modo porque se realiza mezclando productos de la tierra con artículos del mar. Si hay 2 productos asociados a la Semana Santa catalana, esos son la mona de pascua y los huevos de pascua. Hablamos de un dulce a partir de harina, frito en abundante aceite y pasado por azúcar o miel. Típico de Andalucía y Extremadura, se realiza en Viernes Santo y se deja reposar en tinajas de barro donde se mantiene para el resto de la Pascua.
La tradición es comerlo en Pascua, como muestra del final del ayuno de la Cuaresma. Comúnmente incorporaba un huevo duro, que ahora en ocasiones se reemplaza por uno de chocolate para hacerla más interesante al público infantil. Se prepara de diferentes formas en función de la región de este país donde nos hallemos, pero esta es la receta de un plato que viene haciéndose desde el período medieval y que tiene como ingrediente principal el bacalao en salazón. Existen muchas tradiciones ligadas a estos platos, por ejemplo en Valencia comúnmente, la mona de Pascua se comía el domingo de Pascua o el lunes siguiente, marcando el final de la Cuaresma. Durante ese día era tradición (y lo sigue siendo en varios puntos del Mediterráneo) ir con la familia al campo o a la playa para volar cometas y comer la mona de Pascua. Asimismo es típico que los padrinos obsequien en Pascua a sus ahijados la mona de Pascua.
Sus tres ingredientes primordiales son huevo, masa líquida de harina y anís, si bien el acabado final se lo da el toque de miel. En el apartado de los postres y dulces -aquí los llaman golmajeros- destacan, aparte de las típicas torrijas, otras recetas más únicas como las peras al vino tinto, las rosquillas de anís fritas y el melocotón confitado. Los mucho más reclamados en esta temporada son los que prepara el lugar de comidas Vivanco y Casa Toni, en Logroño . Esta imposición hizo que los leales reinventasen sus hábitos culinarios, con nuevos platos que en este momento representan un auténtico legado.
En Zamora, por ejemplo, es tradicional tomar la sopa para desayunar en la madrugada del Viernes Beato, en la parada de la procesión de Jesús Nazareno. El pescado se transforma en consecuencia en la comida típica de Semana Santa, acompañado de verduras y lácteos. Son muy habituales los guisos de bacalao, y el potaje y las sopas para los primeros platos. Se trata de una receta vasca que con sus cuatro ingredientes, puede ser una de las mejores formas de elaborar bacalao.